domingo, 15 de junio de 2008

Cuba-Venezuela y el efecto boomerang


La afinidad ideológica existente entre el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías y el líder de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz ha motivado la firma de numerosos convenios de colaboración entre los dos países, razón para que el flujo de cubanos hacía Venezuela y viceversa se haya multiplicado en los últimos años.

Más de cien mil cubanos han cumplido misiones de trabajo en el país petrolero y otros tantos venezolanos han cursados estudios en el caribeño, ambos líderes han tratado de beneficiarse mutuamente en estos intercambios de ciudadanos, el cubano lo hace para obtener petróleo barato y ablandar la crisis económica más larga de la historia del país, el venezolano lo hace para adoctrinar a sus ciudadanos con la ideología del socialismo del siglo XXI. Las consecuencias para ambos presidentes puede que sea la no esperada, miles de especialistas cubanos aceptan cumplir misión internacionalista en la patria de Bolívar por necesidad económica, la salida del país es la vía para obtener algunos beneficios económicos para ellos y sus familiares, la mayoría no creen en la ideología comunista, sólo buscan sus satisfacción profesional y económica. Compran todo lo que puedan para mandar a Cuba, muchos hacen negocios prohibidos para la misión cubana por dinero extra, sus salarios son mínimos sólo les alcanza para los gastos del mes en un país capitalista, donde las tiendas están abarrotadas de productos y a precios muy inferiores a los de la isla, el gobierno cubano se queda con el resto del salario como esclavos al servicio de sus amos.

Los misioneros de la revolución cubana corren para en el tiempo de la misión abarrotarse de productos y ahorrar dinero, están lejos de sus familiares porque el gobierno cubano teme que juntos puedan desertar. Muchos no van a Venezuela a contar los logros de la revolución cubana, cuentan sus desgracias y vicisitudes, los venezolanos no necesitan que le cuenten, no son tontos, tienen democracia y libertad de expresión.

Por otra parte miles de estudiantes venezolanos viajan a Cuba todos los años, esperan encontrarse con el país paraíso, ese que su presidente quiere construir en su nación, tienen sus escuelas privilegiadas lejos de la población cubana, los servicios son exquisitos, nada comparables con las deplorables escuelas al campo de los isleños. Los profesores pueden que no sean los mejores en su especialidad, pero si son todos revolucionarios e incondicionales al régimen de la isla. Los jóvenes tienen sus restricciones de salida, pero pueden salir. Necesitan conocer cubanos, no están presos y quieren intercambiar ideas con la juventud cubana. En su primer paseo por la Ciudad de la Habana notan que algo no funciona, contenedores de basuras abarrotados, calles llenas de baches, casas semidestruidas, jóvenes que se le acercan para proponerles sexo a cambio de dinero y quejas de escasez de alimento y de artículos de primera necesidad. Se enteran de los bajos salarios de los trabajadores y de la necesidad de cambio del pueblo cubano. Notan la diferencia entre el socialismo cubano contado por los profesores de sus escuelas y la realidad del pueblo cubano.

El efecto boomerang no se hace esperar, la realidad supera a las ideologías obsoletas utilizadas por oportunistas para perpetuarse en el poder. Los sueños de ambos líderes podrían más tarde que nunca convertirse en pesadillas.

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